Comienza en 1998 con la total influencia del grafiti de los 90’s , dedicándose por completo durante 7 años a pintar murales, bardas, anuncios espectaculares y vagones. Entra a la ENAG “Escuela Nacional de Artes Gráficas”, donde conoce a algunos maestros y colegas que lo incitan más   a seguir el camino de las artes plásticas.

 

En ese mismo año, su maestro Miguel Alvarado, lo invita a ser parte de un colectivo de pintores, con los que comienza a exponer su trabajo en diversos lugares, tales como el taller Rufino Tamayo “Oaxaca”, la Galería Bellarte en Seúl Corea, o el Museo legislativo de la cámara de diputados.

Al principio de su carrera como pintor, su trabajo comenzó siendo hiperrealista influenciado por Rafael Cauduro, pasando también por la escuela romántica de Francisco Corzas.

En 2012, en un viaje hacia Guatemala, conoce a Alejandro Santiago, quien lo invita a trabajar con él en grandes proyectos; que le mostraría el mundo del arte en Oaxaca desde muy adentro y quien fue su maestro desde muchos aspectos; pictórico, escultórico y de conciencia artística.

2013, es su época roja. Las emociones comienzan a dar un fruto macabro y poderoso a su trabajo, la violencia y la expresividad alcanzan sus telas.

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Su pintura comienza a enfocarse en las emociones y lo onirico de sus sueños romántico-apocalipticos. Nace lo que el mismo  llama feísmo, aquello que simplemente deja de lado la búsqueda de la belleza comercial en la obra.

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