Nacida en Barcelona, España en 1985.

Desde pequeña María Cristina González tenía una atracción muy fuerte hacia el arte, un día después de encontrar el maletín de óleos de su padre empezó a pintar siendo adolescente pintaba hasta de madrugada.

 

Su vida fue marcada también por problemas psicológicos que marcaron su vida desde muy pequeña haciéndola consciente de una dimensión del sufrimiento no tan usual. Y convirtiendo en habitual el lado más complejo y dramático de la mente humana.

 

Dada la trayectoria psicológica se enfrenta a la autocrítica como forma de terapia, siendo también necesaria la terapia psicológica para la mejorar sustancialmente la visión de la vida.

 

Estudió diseño de interiores en una pequeña escuela de Barcelona, después empezó creando sus propios diseños algunos ya encaminados a un lado mucho más sensorial.

 

En 2014 se muda a Ciudad de México y desarrolla la actividad de directora de arte para filmaciones de comerciales durante varios años. Más tarde empieza a trabajar la escultura de forma autodidacta y crea piezas enfocadas al desarrollo personal y emocional del humano.

 

En febrero del 2018 expone su obra en el conocido Museo del Tequila, en una exposición individual, seguirá exponiendo en galerías en Barcelona, Londres, Ciudad de México y Mérida (Yucatán). Actualmente debido a la pandemia está esperando a exponer, y está preparando su mayor exposición para el Museo de la luz en el centro de Ciudad de México. En la que la propuesta escultórica se completa con varias puestas en escena lumínicas y de sombras.

 

Fascinada por la dimensión psicológica del humano (dada su propia experiencia), pretende mostrar los sentimientos interiores colocándolos en el exterior. Para así crear debate sobre la presión que la sociedad ejerce sobre todos nosotros y nuestra sinceridad hacia ella. Y también hablar de la autosuperación, resiliencia, apertura, sexualidad, inclusión y tolerancia.

​

​

​