MAZVYDE SAKAL
Mazvyde Sakal nace en Lituania. Vive y trabaja entre Londres y la Ciudad de México. Tiene una sólida formación en diseño y arte gracias a sus estudios en la Academia de las Artes de Vilnius, el Instituto de Arte de Sotheby's y otros programas de posgrado. Tiene experiencia laboral internacional es de más de 10 años. Anteriormente expuso en espacios en Lituania, Finlandia y Milán. Su obra pertenece a coleccionistas en Miami, Los Ángeles y Ciudad de México.
Crear una obra de arte no es lo mismo que verla, sin embargo el espectador igual que el creador principalmente busca las respuestas del sentido. El arte nos lleva de la oscuridad de únicamente los sentidos (ego) hacia la luz del entendimiento (espíritu). Immanuel Kant afirmó que “mientras los reinos de la naturaleza y de la libertad estén separados, el individuo estará dividido, entre los dos reinos”. La experiencia del arte no está restringida por la naturaleza nada más ni por los sentidos En este espacio libre ante la obra se unen la sensibilidad y la razón por medio de la imaginación. En esta área plana se erige la armonía y la armonía es un signo del orden divino, la respuesta.
Orden y caos: donde la realidad física y metafísica se unen contraponiendo lo predecible e impredecible, la felicidad y el sufrimiento, lo bueno y la maldad. Todos tenemos una sombra: el lado oscuro del ego, el lado oscuro de la sociedad, la inconsciencia colectiva. Sin embargo, la sombra no es necesariamente solo destructiva, si no se reprime, traerá conciencia. No hay luz sin sombra, ni conciencia sin sufrimiento. En la vida, cada uno de nosotros lucha por la totalidad de la personalidad y el proceso de individuación para encontrar el significado personal de la vida. Nos enfrentamos la sombra porque en es radica la verdad, manifesto de la vida. La vida es un equilibrio continuo entre los reinos: conciencia y inconsciencia. La conciencia fundamentalmente da la orden.
La superficie rugosa de los cuadros representa el caos interior, la sombra del ego y el dorado representa el orden y la iluminación del espíritu. Se funde la escultura con la pintura incrustando la superficie del lienzo con arena volcánica pesada y fragmentos de telas. Las obras no contienen una ilusión dentro de la dimensión del lienzo, sino un concepto más dinámico que combina diversos lenguajes visuales. Los materiales, las texturas, las varias capas me guían para encontrar lo que busco, las respuestas que busco. Como las buscamos en la vida para saber quién somos de verdad.
Vas a un territorio desconocido para encontrar las respuestas. La obra de arte eres tu, tu reflejo, tu vacío que buscas de llenar, trascender. Yo busco lo sublimen, donde no estemos conectados nada mas a la razón, sino que encontremos un sentimiento de trascendencia
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